Notas de cine

Danny Boyle
El impresionante director Danny Boyle en cada una de sus diferentes películas nos acerca a esa realidad con matices de ficción muy bien logrados. Sus personajes histriónicos se mantienen pendientes del precipicio, viviendo al límite o en circunstancias evidentes de desesperación. Nos acerca al personaje con cierta luz de psicología, a veces interpretaciones muy cerebrales y a veces ya se sabe cómo terminará la historia pero no sabemos cómo se sucederán los hechos.
La primera vez que vi Trainspotting me vino a la cabeza la naranja mecánica de Kubrick, y para ser un referente es un excelente referente. Como olvidar al eterno drugo Alex protagonizado por Malcom Mcdowell, es uno de aquellos personajes que llevamos por siempre en la memoria. En Trainspotting esta vez el reconocimiento es general, todas las interpretaciones son estupendas, sin embargo los aplausos se los lleva el inigualable Mark Renton o Ewan Mc Gregor en la realidad, o hay quienes querrán nombrarlo por siempre como Obi Wan Kenobi en la saga Star Wars. Un Heroinomano llevando una filosofía de vida algo retirada de lo real, en una Escocia donde el estado te suministra el consumo de una dosis minima en un entorno donde los amigos pueden volverse todo lo contrario; un mundo al que a veces puede ser impostergable la salida, buen final.
127 horas me conecta a Robert Zemeckis en el Naufrago con la intensa actuación de Tom Hanks, quién no recuerda al buen Wilson, o cuando se quita la muela empujando el patín de hielo con una piedra, esa sensación de estar solo en un lugar donde sabes que nadie puede ayudarte. Esta vez le tocó a James Franco revivir esa experiencia, el hecho de quedarse atrapado en un cañón en un terreno totalmente árido. Sin duda se siente el elemento Boyle, y personalmente lo sentí en el momento en que aparece un sillón y luego toda las personas que él conocía, es como cuando Mark Renton entra por el inodoro nadando para buscar la pastilla. Imágenes surreales y sugerentes.



Cine Argentino
El hombre de al lado
Largometraje ambientado en La Plata Argentina en la casa Curutchet diseñada por Le Corbusier, padre de la arquitectura moderna. En esta cinta se muestra en su completa dimensión la vivienda, se observan las rampas de ingreso como eje articulador, el color blanco y ciertos elementos distintos que se denotan en su diseño. La importancia de un muro y la necesidad de la luz a veces pueden llevarnos a eventos interesantes, el intercambio vivencial que podríamos tener con algunos vecinos que nunca hemos visto porque viven del otro lado de la calle. En esta película se vive eso, sucesos que se dan a causa de la apertura de una ventana que rompe con la privacidad del vecino en la casa de Le Corbusier, sacando a relucir el verdadero sentido de una decisión coherente o no, llamémosla decisión al fin y al cabo.

JUAN JOSE CAMPANELLA
Ver la foto donde Pedro Almodóvar le da el Oscar a Campanella es un hecho conmovedor, dos grandes directores que nos dejan una serie de grandes entregas cinematográficas. El año 2010 fueron nominadas dos películas latinoamericanas a mejor película extranjera en la entrega de los Oscar, el secreto de sus ojos y la teta asustada. Esto sin duda a pesar de no haber ganado teniendo esta competencia tan fuerte con Campanella y Michael Haneke con la cinta blanca nos posicionó en una esfera mundial. No soy muy partidario de esa denominación de película extranjera, sin duda creo que el Secreto de sus ojos al haber ganado la estatuilla como mejor película de habla no inglesa pudo ser la mejor película del Oscar. Y es que el cine latinoamericano tiene los suyo, esa conjugación de historias, la literatura rica de un guión hecho por manos hermanas y hasta las locaciones de filmación son interesantes como aporte espacial. Campanella tiene su actor estrella, Ricardo Darín que protagoniza varias de sus producciones. Entre ellas, el mismo amor la misma lluvia, el hijo de la novia, la luna de Avellaneda y el Secreto de sus ojos, en ese orden cronológico.
Tal vez mi preferida sea el hijo de la novia y aquí me toca ponerme incisivo, en la parte donde Hector Alterio, Nino Belvedere en la interpretación recuerda con el sentido más puro y autentico lo que era su esposa Norma, como un cartel luminoso en sus palabras. Otra escena para el recuerdo es cuando Darín va a hablar con el padre para abogar por su viejo, cosa que finalmente no se puede realizar ya que Norma sufre de una enfermedad llamada Alzheimer, un trastorno de pérdida de la memoria. Debido a eso, la iglesia no permite el matrimonio. El hecho de recrear una realidad alterna, casi una fantasía para que una persona no sucumba al peso de la carga real; La fotografía al final de la película es el significado del amor, aquello que al pasar los años a pesar del inevitable paso del tiempo y el deterioro de los problemas, no ha sufrido cambios. Me hizo contener unas lágrimas pasajeras en el borde de los ojos y ser feliz una vez más al observar tal obra de arte.

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